La terminal de cruceros de La Luz es mucho más que un punto de embarque y desembarque; es una puerta de entrada a las maravillas naturales y culturales de Gran Canaria y las islas vecinas. Desde su inauguración, ha evolucionado constantemente para ofrecer una experiencia única a los pasajeros y tripulantes, combinando eficiencia operativa con servicios de primera categoría. Las instalaciones garantizan un proceso fluido desde la llegada hasta la partida, facilitando tanto el ocio como las actividades logísticas que requieren estos gigantes del mar.
Este enclave portuario no sólo fomenta el turismo de cruceros, sino que también impulsa la economía local al ser un punto estratégico para el comercio internacional y la logística marítima. Asimismo, la terminal de cruceros de La Luz sirve como escenario para eventos culturales y sociales que enriquecen la vida comunitaria de Las Palmas, convirtiéndose en un punto de encuentro multicultural donde convergen personas de todas partes del mundo.
El puerto de La Luz y su terminal de cruceros son mucho más que infraestructuras portuarias; representan la puerta de entrada a un universo de posibilidades para los viajeros y un motor de desarrollo económico y cultural para Gran Canaria. Su continua evolución y adaptación aseguran que seguirá siendo un destino clave en el mapa global de cruceros y un punto de orgullo para los residentes de Las Palmas y los canarios en general.